En esta noche fría.
el inexorable destino se hizo
aire,
las palabras se convirtieron
en pájaros,
y las almas fluyeron como
ríos cristalinos.
En esta noche fría.
mi espíritu se convirtió en
polvo
y una lagrima del invierno
cayó.
En esta noche fría.
Encontré un cadáver
en la tumba de mi pecho,
y el muerto
era yo.
Jaime Jordán Chávez Ordóñez
Anuncios
me encantan tus poemas, son muy buenos, un saludo!!
Me gustaMe gusta